Cultura del agua, participación y gobernanza en el abastecimiento del agua en la Universidad del Magdalena
Autores: Yanira Martínez García, Laura Melissa Niño Melo.
Agradecimiento
A los estudiantes, funcionarios, docentes, administrativos que permitieron las entrevistas, en especial, el Doc. y jefe de planeación Jhon Taborda, el Ing. Jorge Corrales, Ing. Pedro Mercado, Doc. William Martínez, la Doc. Lorena Aja, a la asesora de planeación María José Castillo, el Ing. Luis Felipe y la Ing. y jefe de infraestructura Berlamina Cataño.
Introducción
“El agua es la base del desarrollo sostenible. La reducción de la pobreza, el crecimiento económico y la sostenibilidad ambiental se sustentan en los recursos hídricos y en la gama de servicios que proporcionan. Desde la alimentación y la seguridad energética hasta la salud humana y ambiental, el agua contribuye a mejorar el bienestar social y el crecimiento inclusivo, lo cual afecta a la subsistencia de miles de millones de seres humanos” (Informe de las Naciones Unidas sobre los recursos hídricos en el mundo, 2015).
En este sentido el proyecto se llevó a cabo en la Universidad del Magdalena, con el tema del agua y el abastecimiento en esta, el cual se desarrolló a partir de las asignaturas de Seminario Caribe y Seminario Antropología del Desarrollo del 2017-II. Cada una de estas tenía objetivos claros para el abordaje de la materia, por lo que para la asignatura Seminario Caribe, se tomó como eje temático el agua y en el Seminario Antropología del Desarrollo, los objetivos del Desarrollo del Milenio.
Por tanto, la temática abordada en el presente escrito, como se dijo anteriormente, es el tema del agua en la Universidad del Magdalena, y desde cada asignatura se le dio un enfoque diferente, debido a los objetivos de estas, por lo cual, desde la materia de Seminario Caribe se estudió la cultura del agua, la participación y la gobernanza en la Universidad, y desde la materia de A. del desarrollo, se abordó el objetivo 11 (ciudades y comunidades sostenibles). Con lo antes dicho, se crea la siguiente cuestión a investigar, ¿Qué se está entendiendo por cultura del agua y como se está dando la gestión del sistema de abastecimiento de agua en la Universidad del Magdalena en 2017-II? Asimismo, ¿Cómo se está manejando la participación y la gobernanza con respecto al recurso hídrico en la universidad del Magdalena? El propósito de este trabajo es Identificar la(s) Cultura(s) de agua y registrar el tipo de gestión en el sistema de abastecimiento del agua en la universidad del Magdalena en el periodo 2017-II. Del mismo modo, conocer las formas de participación con relación al tema del agua, e identificar el tipo gobernanza se maneja con respecto al tema. Las metodologías usadas en este estudio de caso local fueron: Entrevistas semi-estructuradas, etnografías, revisión bibliográfica, fotografías, y por ultimo observación participante.
Es pertinente aclarar que en este documento no se harán acercamientos al tema de las aguas servidas dentro de la Universidad del Magdalena, más bien, el interés de este, está encaminado en el abastecimiento de la universidad a partir del acuífero y los pozos construidos, así mismo la prestación del servicio por parte de la empresa que estuvo antes en Santa Marta (Metro agua), y la actual (Veolia).
Llegando a este punto, la elaboración del trabajo se dividió en cinco capítulos: el primero, presenta una breve reseña de la historia de la Universidad del Magdalena y su georreferencia. El segundo, trata sobre el abastecimiento del agua en la universidad, en el que se abordaron aspectos de la posición geográfica de los pozos construidos (acuíferos), y de los diferentes sistemas tecnológicos que se utilizan actualmente. En el tercero, se presenta el tema de la participación de la población Universitaria en los temas que abordan el agua. Como cuarto capítulo, se identificó la gobernanza del agua en la universidad. Y por último, la cultura del agua, “lo que se dice y se hace”, entorno al uso y cuidado del agua, en el cual se mantiene la hipótesis de que la universidad presenta una cultura del agua mercantil o una de conservación.
Reseña Histórica y Georreferencia de la Universidad del Magdalena
La universidad del magdalena es una universidad pública, de la ciudad de Santa Marta, Magdalena. fue fundada en 1958, con el nombre de Universidad Tecnológica del Magdalena, pero hasta 1962, comienza labores con el Programa de Ingeniería Agronómica. El primer mandato, fue dirigido por Ernesto Acosta Duran. Asimismo, en 1969 se crea la facultad de economía Agrícola y en la década de los 70 con la Administración Agropecuaria.
Para los años de 1962, se da paso al primer Consejo Superior Universitario. Y en el mismo año, la Asamblea Departamental aprobó la orden donde se destinaron 52 hectáreas de terreno en el sector San Pedro Alejandrino, para la construcción de una ciudadela universitaria y la elaboración de una Granja experimental.
Para los periodos de 1998 y 2000 la universidad se redirecciona hacia la academia, reduciendo así significativamente el déficit financiero y para el 2002 se abrieron más programas entre ellos Medicina, y se ha ido avanzando en importantes obras de infraestructura. En el 2016 se convirtió en una de las dos universidades públicas con acreditación de alta calidad, por su gran oferta académica y su nivel educativo.
En la actualidad (2017), la Universidad del Magdalena es dirigida por el rector Pablo Vera Salazar (2016-2020), con el lema “una universidad más incluyente e innovadora”. En este periodo académico la universidad cuenta con 19.848 estudiante matriculados, distribuidos en los diferentes programas académicos ofertados por la universidad tanto presenciales como a distancia.
Abastecimiento del agua (Acuífero) en la Universidad del Magdalena.
Debido a los cambios presentados en la Universidad del Magdalena, con la creación de una nueva infraestructura, la amplia cobertura de estudiantes que entran cada año a la universidad, donde actualmente se encuentran activos 19.848 estudiantes en el presente año (2017) como se mencionó anteriormente (Fuente: Admisiones); los contratistas de central (460); los administrativos en planta (250); los jardineros (8); y los aseadores (55) (fuente: oficina de contratación); y el riego en las zonas verdes para que sigan con su proceso biológico, trae consigo, una gran demanda de agua, para el funcionamiento adecuado de la Alma Mater.
Teniendo en cuenta lo anterior y lo que menciona el objetivo 11 “ciudades y comunidades sostenibles”, acerca de:
La mitad de la humanidad, esto es, unos 3.500 millones de personas, viven actualmente en ciudades, y esta cifra seguirá en aumento. Dado que para la mayoría de personas el futuro será urbano, las soluciones a algunos de los principales problemas a que se enfrentan deben encontrarse en la vida de la ciudad. Los seres humanos —la pobreza, el cambio climático, la asistencia sanitaria y la educación— deben encontrarse en la vida de la ciudad.
Sobre la base de las consideraciones anteriores, el presente caso local (Universidad del Magdalena), permite hacer un análisis de las cifras de aumento del estudiantado que entran gradualmente a la institución, por lo que, se hace necesario primero, reconocer que el Alma Mater, genera una alta demanda del recurso hídrico, debido al personal y la infraestructura, en este sentido, el abastecimiento del agua abordado en este trabajo se verá afectado, dado que la oferta de del pozo (acuífero), no pueda llegar a abastecer completamente toda la institución adecuadamente, por esto, se hace necesario, tener un control, un buen uso y manejo de este, y comenzar a generar proyecto a futuro, ya que, todos los año ingresaran un gran número de estudiante.
Desde esta misma óptica, y aterrizando con lo planteado el discurso hegemónico del desarrollo sostenible “Las universidades tienen la misión de brindar a los futuros profesionistas una formación integral que facilite el desarrollo adecuado de sus habilidades en favor de la comunidad” (Acosta, 2014). De este modo, las universidades del mundo cada vez más, están atentos a la importancia de la inclusión de un plan de desarrollo sustentable, que permita la calidad de la vida en la humanidad, con una adecuada infraestructura y acciones sostenible en las prácticas diarias.
Asimismo, para hablar de desarrollo sostenible desde la universidad y en la universidad es pertinente citar a la Dra. Rutilia Ramírez, en “LA EDUCACIÓN SUPERIOR PARA EL DESARROLLO SOSTENIBLE” en su “informe Delors, (“La educación encierra un tesoro”), en el que se hizo especial hincapié en que la Universidad, en su condición de centro autónomo de investigación y creación del saber, y en el que se desarrollan actividades que se asocian con el progreso de la sociedad, debía contribuir al desarrollo sostenible. La respuesta de la Universidad a esta clase de requerimientos se expresó de muy diferentes maneras. Es así que, Rectores de todo el mundo firmaron en 1991 la Declaración de Talloiers para un futuro sostenible, a partir de la cual se creó la “Asociation of University Leaders for sustainable future”, teniendo en cuenta lo que plantea Ramírez, podemos dar cuenta que la universidad es uno de los centros más importantes para el desarrollo sostenible, la universidad como comunidad debe hacer parte activa de un buen desarrollo sostenible, teniendo en cuenta el desarrollo, no como un avance tecnológico, que es el imaginario que se tiene de éste, sino ir más allá, es decir, un desarrollo sustentable súper- fuerte (Gudynas, 2009)“El desarrollo de un país se representa por incrementos en el ingreso nacional, el estado de salud de la gente, su nivel de educación, la calidad del trabajo y la calidad de vida”(Ramírez, s.f.).
El caso local de la Universidad del Magdalena, se encuentra en una transición de un desarrollo sustentable débil (se acepta los temas ambientales, visión de articular el progreso con el ambiente, economización de la Naturaleza) a una sustentable fuerte (mayor crítica sobre el progreso, economización de la Naturaleza pero con una preservación de un stock crítico); La universidad, a pesar de que se encuentran dentro de esta transición, debería aspirar a avanzar a un desarrollo sustentable, para brindar mejor calidad de vida y desarrollo a los estudiantes, que cada semestre ingresan a esta, en este sentido, no es solo pensar en la infraestructura, para que haya un mejor entorno, sino también, pensar en el ambiente antes del desarrollo de ciertos proyecto, para el mejor desarrollo y calidad de vida de las generaciones presentes y futuras.
Pozo (Acuífero)
Por otro lado, es importante resaltar que el tema del abastecimiento del agua en la universidad no ha sido fácil de investigar, si bien se encontraron algunos puntos claves acerca de este tema, en general los administrativos no han sido muy sinceros y abiertos con el tema.
En la primera versión del informe final de autoevaluación institucional del año 2006, se encontró una debilidad con respecto al tema del agua en la universidad: “Sistema Hidráulico y Sanitario: Aunque la institución cuenta con el servicio de agua permanente, carece de la infraestructura adecuada para garantizar el normal funcionamiento de las instalaciones hidrosanitarias, además carece de planos que indiquen dónde se encuentra la red de tuberías de agua y alcantarillado que posee”.
Esta debilidad se vio contrastada con la construcción del pozo de la universidad creado en el año 2014, es por ello que a continuación mencionaremos brevemente su localización.
El pozo se encuentra ubicado al occidente de la Universidad frente al bloque Ciénaga Grande, a 150 metros al sur del portón azul. Sus coordenadas son 11° 13′ 24.48″ al Norte, 74° 11′ 15.83″ al Oeste.
Las generalidades del pozo (Acuífero), son las siguientes: presenta un tipo de fuente de abastecimiento de agua subterránea, el acuífero cuenta con un volumen (1353 millones de m3), volumen de agua almacenada (176 millones de m3) su caudal medio de explotación por punto de captación (13,40 l/s), el tipo de captación (pozo profundo) donde su profundidad máxima es de 115 metros, profundidad promedio de 34 metros. Su área total (39.8 km 2). La explotación anual de Metroagua (13.9 millones de m3), recarga anual del acuífero (23.7 millones de m3), explotación anual de particulares (6.9 millones de m3), índice de explotación de reserva (12% anual) (Datos tomados del PROYECTO USO EFICIENTE DE POZO DE AGUAS SUBTERRÁNEAS, 2014 y por el Ing. Hidrogeólogo Jorge Corrales, especialista en agua subterráneas y docente de la Universidad del Magdalena).
El docente (Jorge Corrales) ha sido de gran importancia dentro de este tema de investigación, debido a que fue el que diseñó el actual Pozo 2014 (acuífero) de la universidad y conoce de manera amplia el uso y manejo del agua en la institución. En cuanto a la calidad del agua también brindó datos como el agua no es potable, osea, para el consumo humano, además, aunque presenta una consistencia dura para el estándar, esta presenta una calidad buena, la cual no requiere de mucho tratamiento; podemos ver que la universidad desde sus inicios ha sido rica en el recurso hídrico y ha sabido aparentemente enfrentar crisis por agua, ayudando a comunidades aledañas cuando se tuvo en Santa Marta una fuerte sequía.
Es clave resaltar el tema de la interdisciplinariedad en esta instancia, debido a que estamos tratando con datos de ingeniería, datos ambientales, entre otros, lo que ha complicado la comprensión del manejo del agua y abastecimiento dentro de la universidad, sin embargo, desde la antropología podemos lograr unir todos estos conocimientos debido a la implementación de técnicas como la etnografía, teniendo como intereses, la historia del lugar, las cuestiones ambientales, la parte económica, trabajamos y hablamos con muchos grupos diferentes que nos ofrecieron información muy técnica, que no se logra exponer en el presente texto, pero de donde se extrajo información relevante para el desarrollo de los objetivos establecidos, por tanto, muchas veces nuestro trabajo se trata de hacer una traducción cultural.
Tecnologías
Las tecnologías implementadas para el eficiente funcionamiento del abastecimiento del agua en la Universidad del Magdalena son los siguientes: tuberías, válvula, grifos, mangueras, aspersores, entre otros.
Participación en la toma de decisiones para el abastecimiento del agua.
En cuanto a la vinculación de estudiantes, profesores, administrativos, trabajadores en la toma de decisiones, con relación al sistema de tecnologías en el abastecimiento del agua, su uso y manejo en la Universidad del Magdalena ,se puede decir que, a partir de lo planteado por Carlos Osorio (2015), acerca de la participación en el agua, este arguye que “busca involucrar a la comunidad con los expertos en la toma de decisiones y evaluación en la implementación de nuevas tecnologías, alrededor del riesgo ambiental, de la gestión y el mantenimiento de los sistemas tecnológicos”. En este orden de ideas, la universidad a nivel participativo, no presenta, ni comité ni un grupo de trabajo, en el que participen estudiantes, administrativos etc; a partir de varias entrevistas a estudiantes, funcionarios, administrativos, se encontró que la única propuesta para tratar el tema del agua dentro y fuera de la universidad es en la asignatura de Seminario Caribe, en la cual se están llevan a cabo investigaciones realizadas por estudiantes, para identificar los tipos de culturas del agua existentes en distintas comunidades.
Cabe recalcar que en la universidad existe un grupo llamado “GAGAS” exigido por la ley de sistema de gestión ambiental que es como una resolución, para todas las entidades públicas y privadas que manejen recursos ambientales. Este comité es interdisciplinario, el cual, está conformado por varios funcionarios de la universidad y ellos se deben reunir entorno a algunas problemáticas con respecto al agua. Está el representante de gestión ambiental, el de salud ocupacional, alguien administrativo, y en total son 10 los integrantes, en donde el tema del agua es tratado para el presente y no se piensa en el futuro de esta fuente hídrica (entrevista a Jefe de Planeación Jhon Taborda, la asesora de planeación y contratista María José Castillo y el Ing. Ambiental Luis Felipe).
Asimismo, se realizó una revisión a los mecanismos de participación ciudadana que los encontramos en la constitución de 1991 en los artículos “1, 3, 23, 37, 40, 103, 104, 170, 258, 377, 378 y otros que tienen conexidad; el mecanismo de participación ciudadana son los medios por el cual el pueblo puede ejercer para: elegir sus representantes, intervenir, participar, aprobar o revocar en todo que contribuya al bien común de la sociedad o como nación”. (Gonzales 2015), y se encontró entonces, que el tema del agua no hace parte de ninguno de estos.
Gobernanza del Agua.
“En el plano del gobierno institucional el desafío para las universidades es encontrar un principio de legitimidad que genere y mantenga la creencia en que la organización cuenta con estructuras y procesos apropiados para adoptar decisiones, manejar demandas del entorno y adaptarse e incidir sobre él por medio de sus capacidades internas de acción” (Brunner, 2010).
Con relación a lo anterior, y en la línea de la participación en la toma de decisiones en torno al abastecimiento del agua, la gobernabilidad, juega un papel de suma importancia, debido a que, como Universidad, en el caso local, esta debe poder tomar decisiones y tener un manejo y uso de recurso hídrico, en donde, todos los que integran esta institución, pueden tener voz ante estas temáticas, dado que nos afecta directamente a cada uno de nosotros.
La universidad del Magdalena, no presenta una gobernanza del agua, debido a que primero, no cuenta como se dijo en el capítulo anterior, con espacios donde los usuarios tengan participación para poder decir que se está haciendo con el recurso hídrico en nuestra universidad, en este sentido, por otra parte, no hay una gestión integrada del agua por parte de los entes involucrados, y del mismo modo, los que nos proporcionamos del líquido estamos desentendidos de las responsabilidades frente al manejo por la falta de vinculación a esta problemática.
Según Rolling (citado por Dourojeanni & Jouravlev, 2001) “la tecnología y la economía pueden ayudar a construir una sociedad sustentable sólo si se aplican dentro de un marco de pensamiento y acción colectivo superior a la limitada racionalidad instrumental y económica”. Asimismo, este arguye que “para salir de este impase y ser ‘racional’, hay que articular las ciencias blandas con las duras”. En este sentido, la mejora del abastecimiento del agua en la universidad, puede mejorar sus modos de usos y manejo, solo si hay una implicación del colectivo universitario en el tema, debido a que, si no hay una vinculación de todas las parte, no puede haber una buena gestión del recurso hídrico; además, como es una institución que se encuentra constantemente generando conocimiento desde diferentes disciplinas de la dimensión humana, la complementariedad de estas, va a permitir un mejor uso y manejo, a partir, de una buena participación y una excelente gobernanza.
Por su parte, Dourojeanni y Jouravlev (2001), proponen que para generar debates y cambios en la gestión integrada de agua, se deben tener cinco factores, estos son: Fomentar el desarrollo sustentable, que implica conciliar, metas de crecimiento económico, equidad y sustentabilidad; tener una comunicación entre los involucrados en el tema del agua, para que haya una coordinación en sus acciones y no afecten el recurso hídrico; interesarse por los intereses de todos los involucrados y crear una entidad del agua, donde se puedan generar foros donde se resuelvan los conflictos; buscar la mejora para el recurso hídrico, sin ideas preconcebidas, sino analizando las condiciones; Hay que crear capacidad de gobernabilidad sobre espacios delimitados, por razones naturales, que no coincidan, con las formas tradicionales de gobierno. generar la participación y crear modelos que puedan resolver en caso en particular y no aplicar modelos exógenos al sitio.
Por tanto, para que la Universidad del Magdalena, pueda llegar a tener una gobernanza del agua, debería comenzar a evaluar lo lineamientos que tiene en torno al agua y comenzar a implementar, las estrategias del modelo de gestión integrada del agua, pero modificándolo a las condiciones del terreno a estudiar, en este caso la Institución.
Cultura del Agua, Usos y Prácticas.
Para hablar de la cultura del agua en la Universidad del Magdalena, es pertinente retomar lo que nos menciona el Ministerio de Ambiente cuando cita a la Unesco en:
“la cultura de agua es definida como el conjunto de modos, estrategias y medios utilizados para la satisfacción de necesidades fundamentales relacionadas con el agua y con todo lo que depende de ella, incluyendo lo que se hace con el agua, en el agua y por el agua” Unesco (2005) Citado por el Ministerio de Ambiente, 2017.
Es por ello que, en este estudio de caso, se analizaron los usos y las prácticas en relación a las representaciones simbólicas por parte de (Administrativos, estudiantes, seguridad, oficios varios) dentro del campus universitario. Para esto se realizaron entrevistas a diferentes estudiantes de diversas carreras, además de etnografías con observación participante, teniendo la hipótesis de que la cultura del agua de la universidad del Magdalena, se concibe desde un aspecto mercantil o uno conservacional. Además, también se quiso ver a partir de estas técnicas, “lo que dicen y hacen” las personas de la universidad.
En las entrevistas a estudiantes, trabajadores, y administrativos se encontró que estos coincidieron en el concepto de cultura de agua, definiéndolo como las representaciones que se le dan al agua y esto se ve reflejado en el uso que se le da, es decir cómo la obtienen como la usan y como la desechan.
Así mismo se preguntó acerca del concepto que tenían sobre el agua y las respuestas coincidían debido a que casi todos afirmaron que este recurso hídrico es vida, básicamente la base de todo. Se encontraron algunas diferencias dentro de las entrevistas al exponer unos integrantes que el agua era un recurso renovable, mientras otros afirmaban todo lo contrario.
En cuanto a la pregunta que realizó con respecto a que si hacían parte activa de algún grupo o comité dentro de la universidad, todos coincidieron con la respuesta de NO, ninguno conocía ni hacía parte de algún grupo o comité en el que se estuvieran llevando a cabo las problemáticas del agua dentro del campus universitario.
Por otra parte, las etnografías complementadas por la observación participante, permitieron evidenciar cómo la comunidad universitaria, no le presta atención, ni se preocupa por lo que pase con el agua, relacionándolo con el objetivo 11 surge un interrogante planteado por este, ¿vivo en una ciudad, pero no me afectan estos problemas. ¿Por qué debería importarme?, para el caso local, es me formó como profesional en una comunidad universitaria, ¿porque los problemas que presenta esta, debería importarme? la respuesta en primera medida de los estudiantes es de desinterés con respecto al tema de la problemática esto es evidenciado, al momento que pasan por la zona verde y los aspersores se encuentran abiertos, y estos mojan las zonas peatonales, la única reacción de los que pasan por ese sector, es de enojo, frustración porque se mojaron, o salir corriendo para que estos no los mojen. Durante los días de etnografía, no se vio a ninguna persona, llamar a los trabajadores para que arreglaran el problema, de pronto porque ya es algo común para ellos, sin embargo, cuando por la presión del agua, los aspersores se caen y comienza a regarse el agua a cantidades, estos tampoco les interesa, pasan como si nada.
Este tipo de cultura, rompe la hipótesis que se tenía al comienzo de la investigación, debido a que, por ningún lado, se ve que no hay una conservación del recurso, osea un cuidado y un buen uso de este, y, por otro lado, tampoco hay una mercantilización, dado que este recurso es gratis y no está al alcance de los usuarios para su venta y compra en el mercado. Si los estudiantes que son la gran masa de la universidad, no apelan por que se dé un buen uso del agua, entonces, en cierta medida esto deja ver la cultura del agua de los estudiantes dentro de la universidad, y se dice dentro de la universidad porque no se puede afirmar que, esta sea su cultura del agua fuera del campus, puede ser que, en sus lugares habituales, como sus casas, por ejemplo, sea totalmente diferente el concepto que le dan a el agua y el uso y cuidado que le dan a esta.
Debemos los estudiantes (nos involucramos las autoras del escrito, por hacer parte de la Universidad) como parte activa de la universidad crear una nueva cultura institucional que “permita concientizar y responsabilizar a toda la comunidad universitaria con la necesidad de actuar de acuerdo con unas prácticas ambientalmente coherentes, como con los principios de la solidaridad con los pueblos del mundo y con las generaciones futuras”.
Para resolver la incógnita, que surge, si la comunidad universitaria, hace lo mismo que dice, se puede concluir, que, en cierta parte, tienen el concepto en la mente, pero en la práctica este no se ve reflejado, debido al modo en cómo se comportan estos en los casos particulares, donde se está desperdician, perdiendo y botando el agua. Aunque no podemos generalizar que todos no apliquen lo que conciben como cultura del agua, dado que fueron muy pocos los entrevistados y puede que haya muchos que apliquen en su vida diaria, prácticas y modos de usos adecuados, para el cuidado y manejo y buen uso del agua en la universidad y para el planeta. Asimismo, podemos decir que con uno se hace el cambio y poco a poco, como profesionales en formación dentro del Alma Mater, debemos comenzar a implementar ciertas prácticas para la preservación del preciado líquido.
El orden de ideas del presente escrito, tuvo la finalidad, de mostrar primero cómo se abastece la universidad de agua y que mecanismos de desarrollo debe implementar para una sustentabilidad, en busca de la calidad de vida, luego se procedió al modo de participación en la toma de decisiones para el abastecimiento adecuado en el Alma Mater, viendo que no hay una vinculación por parte de todos los que integran la institución, esta trae consigo una crisis de gobernabilidad del agua en la universidad, dado que sin la participación, alguien que dirija y el conocimiento colectivo, nunca se podría llegar un excelente abastecimiento del recurso hídrico, y todo esto para llegar al capítulo presente cultura del agua, usos y prácticas, en donde reúne todas estas, dado que es una construcción colectiva que se debe generar en la universidad, a partir de los conceptos antes planteados, dado que para una buena concepción del término cultura, debe haber un conocimiento expresado colectivamente y en consentimiento de todos, para dar un mejor uso y práctica al agua en la Universidad del Magdalena.
Conclusión
La cultura del agua es una temática que va de la mano con el buen uso y manejo del recurso hídrico y por supuesto con la conciencia que posee cada individuo dentro de la comunidad (para este caso la comunidad universitaria), es por ello que este trabajo permitió observar, como se expuso anteriormente que la universidad consta de un pozo (acuífero) creado en el 2014, que abastece con la colaboración de la empresa privada antes encargada (metroagua), actualmente (veolia), todo el sector universitario.
En cuanto al tema de la participación y gobernanza se puede decir que la universidad no cuenta con la vinculación de estudiantes, administrativos, etc. en cuanto a un comité que resuelva o trate los temas que respecta al agua. La universidad no cuenta con una organización respecto al tema del agua, lo anterior se afirma debido a que no consta con una dependencia o jefe encargado de este recurso, si bien existe un grupo llamado GAGAS, este solo consta de 10 participantes que resuelven algunos de los aspectos que tienen que ver con el agua en el presente. En general en la universidad no se cuenta con comités o grupos de trabajos en los que se vea implícita una organización y una gobernanza que no muestra implícita la eficacia, calidad y buena orientación con respecto al uso y manejo que se le da al agua.
Asimismo, es importante agregar que como la universidad cuenta con el recurso de agua sin un contador, gracias la fuente de agua, se encuentra en ella “acuífero” del cual se abastece, se puede inferir que culturalmente no se le ha dado el valor, sentido y significado que ésta debe tener, por lo tanto, se puede decir que se está tomando esta como un recurso inagotable, disponiendo de tal forma que se le da un mal uso y manejo al agua.
Esta investigación contribuye a la paz, dado que el agua es un tema de interés de todos, tanto fuera como dentro de la institución, en donde nos encontramos formándonos, para poder brindar soluciones a los problemas que como la gran llamada “crisis del agua”, que viene siendo más una “crisis de gobernabilidad del agua”, de cierta forma, van a traer consigo conflictos, y con el acuerdo de paz en Colombia, se busca que podamos vivir en Paz con todos, en sí una reconciliación entre seres humanos, y con la naturaleza. En tanto, una buena gestión del recurso hídrico y una conciencia sobre la cultura del agua, osea, del buen uso y cuidado del agua, podemos prevenir, que el recurso se agote, y poder preservarlo, tanto, para las generaciones presentes como para las futuras, desde la base de un desarrollo sustentable súper-fuerte.
El anterior planteamiento reposa en las fotografías y días de trabajo etnográfico que se realizaron en los diferentes sectores del campus universitario, principalmente en las zonas de riego en las que como se mencionó se encontraba con un problema respecto al riego debido a que el agua se pasaba hasta el sector peatonal.
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